Mientras las empresas empiezan a hablar de sostenibilidad, un poco más en serio, los emprendedores en Latinoamérica abren camino y empiezan a inspirarse y plantear soluciones que beneficien no solo sus bolsillos sino a todo el planeta.
El covid ha sido una muestra de que tenemos que cambiar nuestra relación con la naturaleza si queremos seguir como especie. Repensar patrones de producción y consumo, que hacen que la biodiversidad sea altamente degradada, repensarlo todo. Te presentamos esta primera serie de eco emprendimientos innovadores que tienen algo en común, se mueven en el sector de moda.
Ropa de playa hecha con plástico de mar

Un negocio de ropa de playa con plástico reciclado del mar. Esta es la historia de dos colombianos que ya están exportando sus prendas a Panamá y Guatemala, y en breve a Chile y Puerto Rico. La empresa nació del amor hacia el mar, inspirada en la moda como idea de negocio. Daniel Velásquez es el CEO y fundador de Bohio Playa, también es músico y fue en ese mundo donde vio la estética y la discografía del Grupo niche, una onda ochentera, fue ahí donde nació su interés por la moda y la idea de negocio.
Bohio, que significa cabaña, ofrece una solución desde la moda para la playa, pero bajo el concepto de una tela fabricada con plásticos y desechos que están en el mar. Además emplea adultos mayores cabeza de familia. En los últimos años han logrado reciclar más de 30.000 botellas para fabricar sus prendas, con lo que aseguran han ahorrado agua, energía, y otro tipo de insumos pues hacen todo el reciclaje y transformación industrial, mezclan el plástico con hilada y luego se empieza a tejer quedando el producto final.

La marca Bohio ha sido escalable por el nivel de aceptación que tuvo y por afinar su portafolio de producto de la mano aliados de peso como Ruta N, Comfama o ProColombia, lo que les permitió un crecimiento acelerado. El primer mes vendieron $5 millones, ajustaron su portafolio y el segundo mes vendieron $30 millones. El siguiente $70 millones y el año pasado $1.000 millones, dice uno de los hermanos. Con estos números, apuntan a llevar un Bohio a todas las playas del mundo, bajo la consigna que son prendas con un componente de sostenibilidad y producidas con plásticos del mar.
Zapatos resistentes que conservan el bosque

Evea vende calzados. Sandalias, chancletas, chinelas como le decimos, pero la diferencia es que las hacen de caucho silvestre, textil reciclado y fibra de manzana, algodón orgánico nativo. Todos amigables con la naturaleza. Y no solo eso, sino que con este negocio contribuyen también a empoderar familias amazónicas.
Se trata de un calzado que conserva bosques y empodera familias de la Amazonía peruana.
“Creemos que la moda tiene el potencial para inspirar un cambio de conciencia y convertirse en una actividad que impacta positivamente en el planeta y en las personas”.

“Creemos que la moda tiene el potencial para inspirar un cambio de conciencia y convertirse en una actividad que impacta positivamente en el planeta y en las personas”.

Los precios van desde los 110 soles hasta los 216, en dólares un promedio de 30 a 40 dólares por calzado. Evea se autodefine como una empresa social de moda sostenible, con una visión de producción responsable e inclusiva que contribuye a la conservación de la biodiversidad, al cuidado de bosques y al desarrollo de familias y comunidades.
Su promesa, una sandalia liviana, antideslizante y un textil resistente para conservar el planeta. Ellos exhiben sus productos en su tienda online y desde que salieron al mercado están demostrando que sí es posible desarrollar un calzado sostenible.

Trabajan con comunidades shiringueras de la Amazonía, quienes recolectan el látex del árbol y lo transforman en caucho, pero ojo lo hacen sin talar ningún árbol, sin dañar ningún animal y sin contaminar el medio ambiente.” Y como una cosa va ligada a otra, al cuidar los árboles y hacer un manejo sostenible del bosque se promueve la recuperación de especies y conservación de animales en extinción.” En términos económicos, no destruyen sus árboles productores, cambiando de un modelo depredador del pasado por uno más sostenible, con un manejo.

Este emprendimiento además de ganancias ha cosechado varios premios en el mundo desde los premios Latinoamericanos Viva Schmidheiny, hasta los Premios Latinoamérica Verde entre otros premios ligados a la innovación, que está tan de moda como la sostenibilidad en estos tiempos.